viernes, 30 de marzo de 2012

¡¡ES UNA EMERGENCIA!! ¡¡HAY QUE DESALOJAR EL EDIFICIO!!

 

Cuando me propusieron ser el responsable de evacuación de la planta donde trabajo, no me imaginaba que lo iba a utilizar tan pronto!

Pero vayamos por partes.

Lo primero. Un curso informativo para todos y, en especial, para los responsables de las áreas. Dimos la teórica e hicimos la práctica minutos después. Todo estaba bien preparado. La gente esperaba la orden de desalojo. Los walkie talkies estaba cargados, encendidos y en el canal correspondiente. Todos en sus puestos y cuando iniciamos la evacuación (me tocó iniciarla a mi) el resto de los responsables de las diferentes áreas estaban preparados. Salimos sin problemas, en un tiempo bastante considerable y no hubo víctimas. Perfecto!!

Un par o tres de semanas después, es decir miércoles pasado pasa lo siguiente:

No estoy en mi sitio, estoy en otra mesa y con el teléfono desviado a la mesa que estoy ocupado. Me levanto hacia mi despacho, hacia mi mesa. Me siento un momento para enviar un email y viene la de RRHH: “”Jotape, lo siento pero… (en ese momento pensé… mierda!!! me cae otro marrón de trabajo en cuestión de milésimas de segundo) … hay que evacuar el edificio. Hay un escape de gas en la planta de abajo. Tienes que avisar a tus compañeros de planta para que evacuen rápidamente. No es broma, va en serio””. Mi primera reacción fue una pregunta: “¿pero tenemos gas en el edficio?” Si, no es broma, hay que evacuar, me volvió a ordenar. Dioss, qué nervios…. podemos explotar en cualquier momento. Pero vamos a ser tan rápidos como en el simulacro. Enciendo el walkie. No funciona. De PM. Llamo al primero. No contesta. Llamo al segundo. No contesta. ¿¿Qué coño hago?? Vuelvo a llamar…. (vamos a explotar todos por los aires a este paso, pensé) Mi segundo intento, fallido. Pasa una compañera que inició como responsable pero que se borró al saber que podría haber delito penal si no auxiliaba correctamente. Tú, llama a la planta dos, que no me contestan! Le dije. “Sí, hombre…yo ya no soy de emergencias, llama tú!”…. Pedazo de guarra, que vamos a explotar por los aires!! (lo siento, soy demasiado sincero y en situación de crisis, más…). Mierda!!! Salgo corriendo del despacho y empezando por el primer despacho y acabando por el último empiezo con voz serena pero con potencia a decir que deben de evacuar el edificio porque hay un escape de gas en la planta baja. La reacción de los compañeros, en un principio (reconocido luego por ellos) era de que era un simulacro, pero que mi cara tan seria y con la voz tan fuerte se acojonaron todos!! Salieron todos ordenadamente pero con una tranquilidad bestial (pensaban que era un simulacro). Debía de dar parte de planta vacía a la persona encargada que estaría en la puerta. No estaba. La alarma no funcionaba porque el botón… SE HABÍA ROTO!!!! cuando al final pudimos hacerla sonar, entonces ya se empezaron a dar cuenta de que iba en serio. Bajó mi compañero de la planta tercera. Como vio mi llamada, me volvió a llamar, pero … TENÍA EL TELÉFONO DESVIADO A LA OTRA MESA!!! por eso no pudo contactar… pero una compañera que me escuchó, subió a avisar.

Cuando estructuramos todo el circuito, establecimos un sitio de encuentro en la calle que, casualmente, estábamos al lado de donde había el escape de gas. El comentario era generalizado: “Estamos al lado del escape de gas, como explote….” Pues sí. Vaya fallo.

Acordonó la zona la policía, llegaron los servicios de bomberos en cinco minutos, los del gas.. etc….  En cuestión de 10 minutos hicimos todo el trabajo. Lento si pensamos que perdí más de tres minutos intentando localizar a los responsables de planta.

Resultado final…. una lata de acetona. Sí… tal cual. Una compañera lo olió, pensó que era gas y llamó a otra que pensó que sí era gas. BAjó el ingeniero y un conserge que también es de protección civil y los cuatro decidieron que era olor a gas….  Qué fuerte!! Pero, esa vergüenza, nos sirvió para aprender a ver esos pequeños fallos que hay que pulir.

Me sorprende que ante todo el follón, guardé una serenidad espeluznante. En principio, el simulacro lo hicimos a efectos de incendio. No es un hecho que me preocupe. Pero el gas es otro cantar. ¿Porqué? Porque es traicionero, no sabes qué puede pasar. El fuego lo ves, está ahí. El gas, no.

Sin duda, nos sirvió de mucho. Además de insultar repetidamente a la que no me quiso ayudar en el auxilio del personal…. me cago en to!!!!!

Pos nada, deciros que ante una situación de emergencia, estáis a salvo conmigo…. O NO!!! jajajajaja.

3 comentarios:

  1. pues como bien sabes, eso tiene responsabilidad
    civil....asi que procura que la cosa funcione bien la proxima vez..

    la verdad es que los simulacros son muy divertidos...yo jamas me he visto en una situacion real...gracias a Dios¡¡¡

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  2. Jopeta, vaya historia. A ver si un día se va a tirar alguien un buen cuesco y van a dar la alarma también jajajaja :D

    Yo tampoco me he visto nunca en una situación de estas, pero si me viera alguna vez, me gustaría que jotapé estuviera de responsable de evacuación :)............¡por si vuelo que vuele él también ! muahahahaha :D Más que nada por seguir con lo de T.B. allá en el infierno :P

    Pero tiene webs que en el simulacro funcionara todo tan bién y luego no. La semana que viene, otro simulacro jeje...

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  3. joder, qué canguelo de situación. Hay que tener mucho hígado para mantener la calma en estas situaciones. Me alegra ver que pudiste tener las cosas claras y que no te pusieras nervioso. Lo de tu compañera de trabajo expulsándose responsabilidades me parece deleznable.

    Por ejemplo tengo un conocido que dice que si alguien se pone muy malo él llama a la ambulancia pero no le lleva en su coche pq si se muere de camino en su coche se come un marrón. Eso no es tener humanidad ni nada joder.

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