viernes, 12 de octubre de 2012

Duele la espalda…

 

Ostras, he llegado a casa con un dolor de espalda que ni te cuento. ¿porqué? ¿qué he hecho? Nada del otro mundo ni del más allá. Supongo que he sufrido el efecto “dolor de espalda por encogimiento de barriga”. Pensarán ustedes: “¿De qué demonios está hablando?" Muy sencillo. Remontémonos a los antecedentes.

He tenido que bajar al centro, concretamente a la tienda movistar. Una vez allí he tenido que hacer cola, incluso antes de abrir la tienda. Delante de mí, una chica de mi edad, supongo. Miro la hora, miro la gente, miro alrededor, chica se gira, chica que me suena y… DIOSSS, me suena, claro que me suena!!

Años atrás, unos cuantos, o sea bastantes, más de 20, más de 25 o…  más bien, hace casi 30 años, cuando era un jovencito de muy buen ver, rozando los 10 años, estaba en primaria (lo que ahora antes se llamaba EGB… qué tiempos…) y tenía una novieta. Sí, suena raro, pero es así, tenía mis cartas de amor, postales navideñas con dedicación especial, etc…Especifiquemos que la tontería que teníamos los que nacimos en el 73 la tienen ahora los niños con 5 años, si tienen 10 es como cuando nosotros teníamos 15 y así, sumando lustros más lustros, nuestra generación van lustro adelantados a diferencia nuestra. Pero bueno, entonces, era una novieta.

Sí. Ahora, casi 30 años después, aparecía delante de mí el amor de mi juventud, el amor del EGB (o de la EGB?). O eso pensaba yo, porque podría parecerse… Total, que miro y miro y la remiro. Es posible, puede ser, no puede ser y mira. Ups, que mira!,  giremos 180 grados la cabeza (con cuerpo incluido, claro está, os recuerdo que no soy “flexible” o sería mejor “elástico”, en fin… anyway!!). De reojo intento mirar si me mira, si no… pero… OH Dios,… con este barrigón que tengo, así no barrigame puede ver!!! Ella está más o menos bien físicamente. Yo en cambio soy un tonel fofo. Barriga dentro!! Y así vamos jugando durante la estancia en la tienda mientras van atendiendo a los clientes que teníamos delante nuestra. Soltamos barriga. Como decíamos en la mili: “descansen!! AR!!”. Diosss, han puesto el aire pero yo tengo calor, creo que de tanto apretar la barriga he perdido oxígeno y me estoy mareando. Vuelve a girarse hacia atrás (porque entraba más gente a la tienda) vuelta a meter la barriga!! Ufff, todavía no había cogido suficiente oxígeno que estaba otra vez cerrando el conducto por el cual se llenaba mi organismo de oxígeno. Se vuelve a girar y vuelvo a coger aire corriendo. El sudor ya empieza a notarse en mi frente e imagino que mi cara debe de estar roja como un tomate!! Hay una mesa alta, tipo bar, a mi lado. Decido apoyarme en ella y decido ponerme con los brazos cruzados. Eso funcionará para no tener que meter la barriga y así lo hago. Luego me doy cuenta que al apoyar los brazos cruzados sobre la barriga aun se pronuncia más y en ese momento se vuelve a girar mirando hacia mí. Suelto los brazos, cojo aire, me apoyo en la mesa, se mueve, pierdo el equilibrio, se caen los folletos que hay en la mesa. ¿Dios, qué está pasando? Todo esto porque estoy gordo y no hay manera de que nos pongamos manos a la obra para correr, ir en bici, caminar, lo que sea…. hacer dieta!!! ¿¿Y si encima no es ella?? Vaya tontería estoy montando.

Total, que como era de esperar le toca a ella su turno. Le atienden…. pues vamos a averiguar a ver si le preguntan su nombre y así me entero si es o no es (esa es la cuestión). Mucho jaleo en la tienda. Intento acercarme un poco, disimuladamente, todo lo disimulado que se puede ser. Subo un escalón, doy la vuelta. Vuelvo a bajar y así todo el rato. No me entero del nombre… Mierda!!

Me toca a mí. Me pongo a dar mis datos, a hablar con la chica de la tienda. Mientras introduce mis datos, yo me inclino hacia delante, casi pegado a la que me atiende para ver si puedo ver la pantalla de su compañera que atendía a la chica de mi infancia. Me pregunta mis datos y yo, ni me entero. Me lo vuelve a pedir. Salto por su voz en tono alto y le digo:

- Estooo, ¿ me puedes mirar el nombre de la chica? – me sale sin querer…

- Dígame, señor? – me pregunta la chica.

- No, ¿que si me ha preguntado si la tengo chica? – Avergonzado por lo que le he preguntado, intento salvar la situación, pero con los nervios, me sale otra cosa….

- ¿Cómo ha dicho, señor? – la cosa se pone seria…

- ¿Que si ha preguntado el nombre de mi chica? – Ahora, ya, pregunto con sentido común.

- No, caballero, he preguntado sus datos personales.

Si, claro, si ya lo se. Es sólo que no estoy centrado. De hecho, llevo varios años descentrado.

Mientras me introduce todos los datos, voy pensando en que cuando se vaya la chica intentaré que me averigüe la que me atendía si su nombre es o no es el que yo creo que es. Le sonará raro, pero solo es el nombre, ni apellidos ni nada. Ni siquiera se si me ha mirado. Con la vergüenza, ni me he molestado en mirarla fijamente cara a cara cuando hubo la ocasión de coincidir nuestras miradas. Muchos y muchas de la EGB después de tantos años sin vernos, nos hemos reconocido. Es posible que nosotros también nos reconozcamos. Pero seamos coherentes, con este cuerpo, sin pelo ya, canoso, arrugas y barba de varios días y vestido bastante ancho para esconder lo que ya no se puede esconder, ¿para qué engañarnos? Soy un piltrafilla!!

Al final, acabaron conmigo antes que con ella. Tuve que irme de la tienda con el mal sabor de boca de saber a ciencia cierta si era o no era. Pero la conciencia de que tenía que tomarme en serio la dieta, ejercicio y todo lo que me pudiera mejorar física y anímicamente, era lo que más corría por mi mente mientras salía por la puerta. barriga dolor

Una vez fuera y cuando me dirigía a mi coche me vino el bajón, el dolor de estómago (de tanto apretarlo, creo que me abrió el apetito), la ansiedad de la situación y el dolor de espalda… pues, de tanto contraer barriga para dentro, la espalda se resiente.

Celebramos el momento llegando a casa. Me pillé dos donuts de chocolate (necesitaba mi “medicamento/ansiolítico” y me senté en el sofá a reflexionar: esto no podía volver a suceder y debía ponerme manos a la obra.

Pero de momento, me comí dos donuts de chocolate….

firma jotape blog

miércoles, 3 de octubre de 2012