Un pastor estaba guardando su rebaño no lejos del pueblo, y pensó que sería divertido asustar a los vecinos diciendo que los lobos atacaban al rebaño. En consecuencia, empezó a gritar: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!",
y cuando llegaron a toda prisa los vecinos, él se rió de sus temores.
Repitió la broma varias veces, y los campesinos una y otra vez vieron que habían acudido a la carrera inútilmente.No obstante, un día, vino el lobo realmente y el pastor gritó: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!", lo más fuerte que pudo. La gente del pueblo estaba ya tan acostumbrada a oírlo que nadie le hizo caso ni corrió en su ay
uda. Y el lobo, sin encontrar resistencia, pudo comerse todas las ovejas.
Moraleja: A un mentiroso no lo cree nadie ni cuando dice la verdad.
DIOS MIO¡¡¡¡¡
ResponderEliminares increible,que casualidad hoy (bueno,ayer ya...)justamente me han dicho esta frase.
Ademas, hasta los mentirosos mas experimentado acaba siendo pillado...
Veo que esta semana la cosa va de cuentos, no sé por qué, jeje. Un saludo
ResponderEliminarSi, va de cuentos, o de cuentos que tiene alguien y se piensa que no le has pillado el truco...
ResponderEliminarEra por no contar la historia completa, por respeto, preferí contar la fábula. Estoy un poco cansado de una situación de esas que parece que hay algo malo y todos a correr y luego, no hay nada. Así cada vez que le venga en gusto. El día que pase de verdad, no le vamos a hacer caso... y entonces será demasiado tarde...
joer.....jp, luego me dices a mi que yo no hablo claro y que te quedas con la intriga...jajajaj
ResponderEliminarBea, es que todo se pega, todoooo, jajajaja.
ResponderEliminarEso me pasa por estar enganchado a tus entradas, al final, he acabado redactando entradas como las tuyas, jejejeje.